Diversos estudios muestran poca diferencia en los niveles de nutrientes entre las verduras frescas y congeladas. Sin embargo, es probable que las verduras recién recogidas de tu jardín o de un agricultor local contengan la mayor cantidad de nutrientes.
Cuando se trata de verduras enlatadas, el proceso de calentamiento utilizado durante el proceso de enlatado también puede reducir ciertos niveles de nutrientes.
Además, las verduras enlatadas a menudo contienen sal o azúcar agregada. También pueden contener trazas de bisfenol-A (BPA), una sustancia química relacionada con la mala fertilidad, bajo peso al nacer, enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.
Algunos jugos se han convertido en una forma fácil y popular de agregar verduras a tu dieta. Sin embargo, los jugos tienden a eliminar la fibra, que es muy importante para la salud.
Otros estudios también muestran que los antioxidantes naturalmente unidos a las fibras vegetales también pueden perderse en el proceso de exprimido.
Por estos motivos, se prefieren generalmente las verduras frescas o congeladas en lugar de verduras enlatadas o en jugo.